Casamadre
A la Abuela Sara
Amanecías
cuando el sol se asomaba
en las anchas veredas de Nazarre.
Y vos
caminando sigilosa
entrabas en la casa.
Esparcías a tu paso
borbotones
de vida.
Aún recuerdo
tus manos hundidas en la masa
creando las mil formas.
En el vestíbulo
inundabas el aire
con el aroma al pan recién horneado
y tu sopa caliente.
La entrega de bocados de ternura cada día y
una voz firme.
Hoy abuela,
amanecí sola frente a tu ventana
y desde el patio tus flores del
jazmín
se asoman para saludarme.
Son un buen signo.
Cierro tu casa y me despido.
Piedra libre al dolor, me digo.
Llevo
mi mochila
repleta de alentadores presagios
Y
tu fuerza
acariciando la espalda de mi madre
también la mía.
Liliana Calvo copyright 2009
Imágen Fraiches du Jardín, cuadro de Alberto Linch
1851-1912
fuente https://es.wikipedia.org/wiki/Albert_Lynch