domingo, 26 de julio de 2015

Casamadre
                A la Abuela Sara


Amanecías
cuando el sol se asomaba
en las anchas veredas de Nazarre.

Y vos
 caminando sigilosa
entrabas en la casa.

Esparcías a tu paso
 borbotones
de vida.

Aún recuerdo
 tus manos hundidas en la masa
 creando las mil formas.

En el vestíbulo
 inundabas el aire
 con el aroma al pan recién horneado
y tu sopa  caliente.

 La entrega de bocados de ternura cada día y una voz firme.

Hoy abuela
amanecí sola  frente a tu ventana
y desde el patio tus flores del jazmín
se asoman para saludarme.

Son un buen signo.

Cierro tu casa y me despido.
Piedra libre al dolor, me digo.
Llevo
 mi mochila  repleta de alentadores presagios
Y  tu  fuerza
acariciando la espalda de mi madre
 también la mía.

Liliana Calvo copyright 2009

  Imágen  Fraiches du Jardín, cuadro de Alberto Linch
1851-1912
fuente https://es.wikipedia.org/wiki/Albert_Lynch