Descubrì el haiku
desde la vivencia, el día que mi padre
me acercó textos de oriente como regalo preciado. Conocí a Japón en esos libros, amé sus
cerezos, sus jardines, su pintura sumié,
la actitud de sus habitantes, sus plegados de origami, las celebraciones
del té, sus flores en el ikebana. Por
aquellos días surgieron en mí emociones
profundas ligadas al asombro de lo que
iba descubriendo.
Años más tarde comencé
la búsqueda de los orígenes y mentores del haiku. Me maravillé
al leer sobre esta modalidad
de poema tradicional japonès , plasmado en breves líneas de una
intensidad profunda.
El Haiku es la
síntesis, es el instante, es como una
meditación que nos invita a “contemplar la naturaleza despojada de ideas y
pensamientos. Es la unión intensa en relación con la respiración, la tierra,
el mar, el cielo, las aves, los àrboles,
sus ciclos, los inicios y cierres de cada etapa”.
Mandala azul
serena
luz otoñal
suenan
campanas.
Copyrigjt Liliana Calvo
Todos los derechos reservados copyright Liliana Calvo
Todos los derechos reservados copyright Liliana Calvo