jueves, 19 de septiembre de 2024

El redondel de las palmas abiertas

A Francesco, a sus papis, a la vida Francesco gira, gira una y otra vez. A la espera del calesitero y su llave maestra. Extiende sus pícaras manos y sus ojos deslumbrados iluminan éste atardecer de primavera. Nosostros testigos fieles de su descubrimiento, celebramos a la vida en cada nueva vuelta.

Amanece de arrullo la jornada

 

Amanece de arrullo la jornada

                                              A Oli

 

Este verano huele a ciruelos

ha salido el sol

lo veo

se asoma desde tu mirada.

 

Pequeño deslumbras maravillas

Rociadas de confianza.

 

Vida de vida de vida

te anunciaste 

Con una

Una inmediatez

de torbellino

y raíces profundas

 

Eres el mar, el viento

los límpidos cielos

del fin de febrero.

 

Tus ojos de almendra

de los tiempos

imaginan mùsica

abrazando vida.

 

Los gatos te dan la bienvenida

Es un buen augurio.

 

Disfrutas

el vuelo de la cinta de colores,

que rìe entre tus manos.

 

Descubres

los sonidos de las hojas

que realzan canciones

desde la ventana.

 

Sueñas con aromas

que conversan naranjas

del próximo otoño.

 

Mientras nosotros enlazados

dìa a dìa

agitamos campanas

celebrando tu llegada.

 

 

 

 

Pequeña danzarina

 

Pequeña danzarina

                          A Bene

Sueño de madre

bordado de estrellas,

el tul del tutú

sale a mi encuentro.

 

Floreciste niña

tus siestas

huelen a cerezas

que entonan tu nombre.

 

Y es ahí,

 en una pradera suave

donde te imagino crecer

dando pasos azules

con un corazón cantando

enlazado a una rosa,

que anuncie los dones.

 

Abrazada a las nubes

siembro esperanzas

 en los refugios de la tarde.

 

viernes, 5 de abril de 2024

La casa de la puerta verde

 


“La casa ese espacio común que recoge en recuerdos

la cosecha del amor enraizado en su universo”

 

Por las tardes me gusta tomarme una pausa

acurrucarme en tus peldaños

recorrerte paso a paso

inaugurarte inmortal en tu pasillo.

 

Me regocijo soñando en tu cimiente

danzando en las baldosas

mirando las risas de los niños

selladas en tus rombos.

 

El abuelo te construyò de a poco

ladrillo por ladrillo entretejiò sus sueños,

las manos de la abuela

con su sabia paciencia pueblerina

sembrò maternaje en el limonero de la entrada.

 

Sos parte de mi identidad

espacio poético, sitio originario,

refugio de tormentas

luz en los trasnoches.

 

Dìa tras dìa floreces

tu frente es cobijo de pesares y alegrías

amalgama de fiestas en familia

soporte de vivencias

 

Hay tantas voces maceradas en tus lides

son ecos de un sentir

destellos que iluminan la cuadra

con esos seres solidarios

compasivos

que hacen tanta falta

en estos dìas.

 

Lili Calvo