viernes, 20 de noviembre de 2015
domingo, 26 de julio de 2015
Casamadre
A la Abuela Sara
Amanecías
cuando el sol se asomaba
en las anchas veredas de Nazarre.
Y vos
caminando sigilosa
entrabas en la casa.
Esparcías a tu paso
borbotones
de vida.
Aún recuerdo
tus manos hundidas en la masa
creando las mil formas.
En el vestíbulo
inundabas el aire
con el aroma al pan recién horneado
y tu sopa caliente.
La entrega de bocados de ternura cada día y
una voz firme.
Hoy abuela,
amanecí sola frente a tu ventana
y desde el patio tus flores del
jazmín
se asoman para saludarme.
Son un buen signo.
Cierro tu casa y me despido.
Piedra libre al dolor, me digo.
Llevo
mi mochila
repleta de alentadores presagios
Y
tu fuerza
acariciando la espalda de mi madre
también la mía.
Liliana Calvo copyright 2009
Imágen Fraiches du Jardín, cuadro de Alberto Linch
1851-1912
fuente https://es.wikipedia.org/wiki/Albert_Lynch
martes, 7 de julio de 2015
miércoles, 17 de junio de 2015
lunes, 1 de junio de 2015
El reino de la solidaridad
Por Fran
Ogando Ossani
Había una vez...
En un palacio en Polonia, había un rey y una reina .
Se llamaban Abel y Mabel que no eran solidarios.
Un día vino el esclavo José y le preguntó a su majestad : me podría ayudar con mi familia no tenemos comida no tenemos dinero . Yo ofrezco mi trabajo y mi estudio a cambio de tener una escuela para mis hijos y una casa grande y bonita.
Le seré fiel y trabajare en las buenas y en las malas
El tenia como único tesoro tres semillas de naranjo.
El rey y la reina casi no miraban a este esclavo, por que vivían encerrados en su mundo egoísta .Un día una gran tormenta arraso las cosechas y los frutos. El rey y la reina no sabían que hacer y entonces acudieron a José y él no fue egoísta , les entrego sus semillas.
Y entonces planto una semilla en el castillo, otra en los cultivos y la última en su humilde casita.
De a poco ,crecieron y crecieron hasta convertirse en grandes naranjos. Y así fue como se convirtió el pobre José , en un príncipe, y el rey y la reina le dieron una escuela para que estudien
los hijos de él .
A los reyes les vino muy bien...
En un palacio en Polonia, había un rey y una reina .
Se llamaban Abel y Mabel que no eran solidarios.
Un día vino el esclavo José y le preguntó a su majestad : me podría ayudar con mi familia no tenemos comida no tenemos dinero . Yo ofrezco mi trabajo y mi estudio a cambio de tener una escuela para mis hijos y una casa grande y bonita.
Le seré fiel y trabajare en las buenas y en las malas
El tenia como único tesoro tres semillas de naranjo.
El rey y la reina casi no miraban a este esclavo, por que vivían encerrados en su mundo egoísta .Un día una gran tormenta arraso las cosechas y los frutos. El rey y la reina no sabían que hacer y entonces acudieron a José y él no fue egoísta , les entrego sus semillas.
Y entonces planto una semilla en el castillo, otra en los cultivos y la última en su humilde casita.
De a poco ,crecieron y crecieron hasta convertirse en grandes naranjos. Y así fue como se convirtió el pobre José , en un príncipe, y el rey y la reina le dieron una escuela para que estudien
los hijos de él .
A los reyes les vino muy bien...
Y en todo el pueblo se olía un olor riquísimo a
flor de Azahar…
martes, 21 de abril de 2015
La mesa de mamá
A Sarita, mi madre
Esa intenciòn
tuya de unir nuestras corduras
se hace savia en cada encuentro
de tanto lidiar
logras tu cometido
Y se te ve en
los ojos
esa felicidad
sencilla, del amor legitimado.
Que alegrìa la
fiesta
juntos
construimos puentes
donde el amor da
un gran paso.
Vos ceremoniosa desde la cabecera
unificas las voces disonantes
timbrando
conformidad
sobre el mantel
floreado.
Tus gestos generosos
detienen el mundo en un instante
tus panes tienen
alma de guerrera,
de las que luchan usando escudos
y no armas,
tu café
revolotea en los pocillos
y nos embriaga
en consonancia.
En piè, casi
estoica
sos un culto al
asombro
de tantas noches
sin sentido
èste coral de
esperanza que propones
nos vigoriza el alma.
Liliana Calvo copyright 2012
Cuadro: Le Dejeuner
Claude Monet 1873
martes, 14 de abril de 2015
Llorar a lágrima viva de Oliverio Girondo
Llorar a lágrima viva
Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.
Abrir las canillas,
las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma,
la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma,
la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología,
llorando.
Festejar los cumpleaños familiares,
llorando.
Atravesar el África,
llorando.
llorando.
Festejar los cumpleaños familiares,
llorando.
Atravesar el África,
llorando.
Llorar como un cacuy,
como un cocodrilo...
si es verdad
que los cacuyes y los cocodrilos
no dejan nunca de llorar.
como un cocodrilo...
si es verdad
que los cacuyes y los cocodrilos
no dejan nunca de llorar.
Llorarlo todo,
pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz,
con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo,
por la boca.
Llorar de amor,
de hastío,
de alegría.
Llorar de frac,
de flato, de flacura.
Llorar improvisando,
de memoria.
¡ Llorar todo el insomnio y todo el día !
de hastío,
de alegría.
Llorar de frac,
de flato, de flacura.
Llorar improvisando,
de memoria.
¡ Llorar todo el insomnio y todo el día !
lunes, 16 de marzo de 2015
La casa de las ventanas amarillas
"Es un hecho maravilloso y
digno de reflexionar que cada uno de los
seres humanos es un profundo secreto para los demás. A veces cuando entro de noche en una gran
ciudad no puedo menos que pensar que cada una de aquellas casas envueltas en
la sombra guarda su propio secreto. Que
cada una de las habitaciones de cada una de ellas encierra su propio secreto. Y que cada corazón que late en los centenares de pechos
que allí
hay es, en ciertas cosas, un profundo secreto para el corazón que más
cerca de él late".
Charles Dickens
Charles Dickens
Éste poema está dedicado a los seres queridos de mi infancia que compartieron ésta bella casa, bisabuelos, abuelos, tíos abuelos, tíos, hermano, primos/as.
La casa de
las ventanas amarillas
Soñando
círculos dorados
en el
vestíbulo de la puerta verde.
Nos
regalábamos tiempo
en aquellos
días.
De los
zócalos
florecían
deseos
anticipando futuro
de manantial
.
Nunca
entendí porqué se escondía detrás de las persianas.
Mientras
nosotras
deslizábamos
ansias en el largo patio de columnas.
Eran tardes
de juegos
inventados a la luz de siesta.
A las cinco
la reunión
inspiraba a las tías abuelas.
las tazas
los
cubiertos
las carpetas
de hilo
hacían fila
en el amplio comedor diario.
Algunas
noches
el dolor
suspiraba amargo.
En otras más
plenas
la vida
se ilusionada al compás de una melodía.
Desde el
fondo
los cercos
del jardín simulaban un horizonte aún lejano.
Liliana Calvo
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